COVID
PROHIBICIONES:
¿ Por qué prohibir la actividad física y el deporte, si son la
solución y prevención del problema?
Está demostrado que la actividad física es una herramienta
importante en prevención no sólo de covid, sino innumerables patologías, los
políticos y sus asesores poco informados hacen lo que les parece, siempre me
acuerdo de un ejemplo cuando a las personas tienen osteoporosis les dan de
tomar calcio, no somos un vehículo que si le falta nafta, le echamos y listo, en el caso de la osteoporosis
incorporar calcio sería tener problemas cardíacos a futuro, si debemos
incorporar vitamina K2, D3 y ejercicios de fuerza y así muchos ejemplos, lo
mismo pasa con el mal manejo de esta pandemia, por así llamarla, no quiero
decir que no exista el virus, pero las muertes por enfermedades respiratorias
son las mismas de hace años.
Lo que logran con más encierro es que el sistema inmune se debilite
más aún, y empiece a confundirse, evolucionamos con microbios, virus y
bacterias, o sea un sistema en constante lucha, ahora si no se realiza
actividad física y una nutrición adecuada, obviamente estaríamos en problemas.
A continuación dejo datos de la importancia de la actividad
física:
Beneficios del ejercicio:
Aumenta las células T vírgenes y funcionales.
Liberación de natural killers, reduce el
riesgo de infección.
Expresión de miokinas IL-7 y IL15
segregadas por el músculo, fortaleciendo la inmunidad.
IL-17 mantiene el tamaño del Timo (se
atrofia con la edad)
IL-15 mantenimiento de la inmunidad,
asegura función y durabilidad.
El ejercicio de intensidad moderada
definitivamente puede actuar como una terapia preventiva para reducir aún más
la incidencia de COVID-19. Un ensayo controlado aleatorio que evaluó el
efecto preventivo de los ejercicios aeróbicos sobre la enfermedad respiratoria
aguda encontró que los participantes en el grupo de ejercicio informaron menos
episodios de enfermedad en comparación con los participantes con estilos de
vida sedentarios. El índice de gravedad y los días totales de enfermedad
(duración) mostraron una tendencia más baja para el grupo de ejercicio en
comparación con el control. El ensayo también reveló una disminución en el
factor interleucina-8 y un aumento en los niveles medios de neutrófilos en el
grupo de ejercicio. También se informó que el efecto inmunoprotector del
ejercicio aeróbico también puede mejorar las respuestas de anticuerpos a la
vacunación contra la influenza en ancianos sedentarios.
Ahora
se ha demostrado que las sesiones de ejercicio aeróbico de intensidad moderada
de menos de 60 minutos de duración tienen actividad antipatógeno con una mejor
recirculación de inmunoglobulinas, citocinas antiinflamatorias, neutrófilos,
células NK, células T citotóxicas y células B inmaduras, que juegan un papel
vital en la defensa del organismo. Las sesiones de ejercicio agudo ayudan
a movilizar las células NK, CD8 + y
linfocitos T que exhiben una alta citotoxicidad y un potencial de migración
tisular.
Las
recomendaciones de actividad física son:
• 150 a
300 minutos por semana de actividad física de moderada intensidad especialmente
de tipo aeróbico, o al menos 75-150 de actividad física de mayor intensidad, o
el equivalente en combinación.
• Al menos
2 veces a la semana ejercicios de fuerza utilizado todos los grupos musculares
grandes. O en su defecto al menos 3 veces a la semana actividades que enfaticen
la fuerza y el equilibrio.
La
práctica de ejercicio físico actúa como modulador del sistema inmunológico.
Durante y después del ejercicio físico se liberan citocinas pro y
antiinflamatorias, aumenta la circulación de linfocitos y el reclutamiento
celular. Dicha práctica incide en la menor incidencia, intensidad de síntomas y
mortalidad en infecciones virales observadas en personas que practican
actividad física de manera regular, debiendo considerarse su correcta ejecución
para evitar daños. La práctica de actividades físicas fortalece el sistema
inmunológico, sugiriendo un beneficio en la respuesta a las enfermedades
virales transmisibles. Por lo tanto, se sugiere la práctica regular de la misma
con una intensidad adecuada como herramienta auxiliar para fortalecer y
preparar el sistema inmunológico contra el COVID-19.
Inactividad
Física asociada a un mayor riesgo de COVID-19 severo.
Se
sometieron en este trabajo,a 48440 pacientes adultos con diagnóstico de
COVID-19, se los dividieron en 3 categorías, en base a sus niveles de actividad
física: -inactivos (0-10min/semanales), -algo activos (11 – 149min semanales)
y, -activos (150+ min/semanales). Se observó la cantidad de pacientes
ingresados al hospital, personas en unidades de cuidad intensivos (UCI) y
mortalidad. Se encontró que los pacientes que eran mayormente inactivos tenían
un mayor riesgo de hospitalización, ingresos a la UCI y/o muerte, respecto a
los pacientes que cumplían con el estándar mínimo de actividad física semanal.
Incluso los que realizaban algo de actividad física tuvieron menos riesgos de
ser ingresados al hospital, UCI o muerte que los que no realizaran ninguno tipo
de actividad. Dentro de los factores de riesgo que pueden ser modificables, la
inactividad física fue el mayor factor de riesgo en comparación con otros (como
el tabaquismo y algunas enfermedades crónicas).
PERO TE
CIERRAN LOS GIMNASIOS Y PROHIBEN LA
PRACTICA DEPORTIVA, FORTALEZCAN EL SISTEMA INMUNE Y QUE LA IGNORANCIA NO PREDOMINE.
Lic
Gabriel Vercesi